La gentrificación en CDMX sube rentas, borra barrios y desplaza familias. Este 4 de julio, habrá protesta en la Roma y Santa María la Ribera.

Antes de que se pusiera de moda vivir aquí
La gentrificación en CDMX ya no es un fenómeno nuevo, pero sí cada vez más violento. Lo que antes parecía limitado a zonas como la Roma o la Condesa ahora se extiende a barrios históricamente marginados. La Santa María la Ribera es uno de ellos.
Quienes crecieron ahí recuerdan los estigmas: robos, inseguridad, abandono. Pero también recuerdan comunidad, vida de barrio, y un kiosko que era punto de encuentro en el que ahora no se puede entrar. Hoy, ese mismo espacio aparece en videos de influencers que descubren “una joya oculta de la ciudad”.

La ciudad que se vende por partes
Con la pandemia y el auge del home office, miles de extranjeros llegaron a la ciudad buscando autenticidad y bajos costos. Pero lo que parecía una oportunidad económica se convirtió en una crisis habitacional.
Las rentas subieron de forma desproporcionada. Departamentos que costaban 8 mil ahora rebasan los 25 mil. Y mientras llegan nuevos residentes con salarios en dólares, los habitantes de siempre deben irse. La gentrificación no solo encarece: desaloja.
La gentrificación no solo encarece, desplaza
En Santa María la Ribera, igual que en la Roma-Condesa, muchos ya no pueden pagar por vivir en su propia historia. Las casas donde crecieron ahora se venden como propiedades boutique. Las fonditas de tres tiempos desaparecen, reemplazadas por cafeterías con menú en inglés y precios altísimos.
Los barrios no están “mejorando”, están siendo sustituidos. La ciudad no crece: se deshabita a sus habitantes originales. Convertir en negocio lo que antes era comunidad tiene un precio. Y lo estamos pagando quienes ya estábamos aquí.

Arte como defensa: papel, tinta, rabia
Pero la protesta también se pinta. En los postes, en los muros, en baños de cafés que venden pan de masa madre a 90 pesos. Ahí están los mensajes que incomodan: “Gringo, Go Home”, “Don’t book your stay in this area”, “Save the barrio”.
El arte callejero se ha convertido en arma. Porque si el despojo se maquilla de estilo de vida, la rabia necesita papel, tinta y espacio público.
Este jueves, la calle también se defiende
Este 4 de julio , se convoca a una manifestación contra la gentrificación en CDMX, con dos puntos de encuentro:
- El kiosko morisco, en Santa María la Ribera (12:00 PM)
- El foro Lindenberg, en el Parque México, Roma-Condesa (3:30 PM)
No se marcha por nostalgia. Se marcha por justicia. Por el derecho a habitar la ciudad donde naciste, por barrios donde quepamos todes, y por frenar una lógica que convierte hogares en mercancía.



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