La venganza como redención feminista: cuando el cine dice basta

En un mundo que minimiza la violencia contra las mujeres, la venganza en el cine feminista se vuelve una forma de justicia simbólica y redención emocional. Estas historias no glorifican el daño: lo transforman en poder narrativo.

La venganza como redención feminista no es un grito vacío ni una reacción sin control: es una respuesta política y simbólica a la impunidad. Cuando la justicia institucional falla —como tantas veces ocurre—, las narrativas de venganza en el arte y el cine abren espacios de catarsis, poder y reconstrucción. No se trata solo de sangre: se trata de volver a tener el control.

Desde los mitos griegos hasta las pantallas actuales, la figura de la mujer que se venga ha sido temida, juzgada o directamente silenciada. Pero en manos de artistas, cineastas y escritoras feministas, esta imagen se resignifica: ya no como monstruo, sino como sujeta de justicia poética.

Artemisia Gentileschi, Judith decapitando a Holofernes, 1611, Museo di Capodimonte.

El arte como campo de batalla

En un mundo donde las denuncias de las mujeres son ignoradas, la venganza se vuelve —más que un acto impulsivo— una forma de justicia simbólica. Esta necesidad no es nueva: desde el mito de Medea, quien se vengó de su esposo Jasón incluso a costa de sus propios hijos, las mujeres han sido retratadas como capaces de devolver el daño recibido con fuego, sangre o palabra.

En el siglo XVII, Artemisia Gentileschi plasmó su dolor en uno de los cuadros más feroces del Barroco: Judith decapitando a Holofernes. Violada durante su juventud, Gentileschi convirtió su experiencia en pintura: no sólo como denuncia, sino como afirmación del poder femenino frente a la brutalidad masculina. En su pincel, la rabia se convierte en arma.

Casi al mismo tiempo, María de Zayas usaba la sátira y la novela para exhibir la violencia de los hombres y mostrar que las mujeres también tienen agencia. En sus textos, la escritura no es consuelo: es herramienta de crítica y poder. Un aviso a los hombres: «sabemos lo que hacen, y sabemos contar nuestras versiones».

Fotograma de Promising Young Woman (2020), dirigida por Emerald Fennell.

La venganza como redención simbólica

Actualmente, la venganza nos llega por medio de series como Mujeres Asesinas, pero también a través del cine de culto, donde las protagonistas buscan algo más que sangre: buscan redención. No se trata de violencia por violencia, sino de justicia simbólica, de una reparación emocional y de una redención estética. En estas narrativas, las mujeres reclaman su lugar como sujetas activas de su destino.

La teórica Carol J. Clover explora este fenómeno en el género rape-revenge, donde las sobrevivientes se convierten en ejecutoras. En su análisis propone el concepto de la Final Girl, esa última mujer en pie que sobrevive y vence. Clover no ve a estas figuras como simples víctimas, sino como puntos de identificación que nos permiten reimaginar el poder femenino desde el horror.

Desde otros frentes, autoras como Audre Lorde reivindican la ira como fuente de empoderamiento. En su ensayo The Uses of Anger, Lorde afirma que la rabia no es algo a contener, sino a transformar. Del mismo modo, Kali N. Gross ha documentado cómo muchas mujeres negras, históricamente privadas de acceso a la justicia formal, han recurrido a la venganza como forma de sobrevivencia, resistencia y justicia por mano propia.

Fotograma de M.F.A. (2017), dirigida por Natalia Leite.

Cine de venganza feminista: historias que transforman la rabia

Si quieres explorar estas narrativas desde una mirada femenina —y feminista—, aquí te dejamos una selección de películas dirigidas y protagonizadas por mujeres que reconfiguran la violencia y la justicia desde el cine.

Promising Young Woman (2020)
Dirigida por Emerald Fennell
Un thriller pop que explora la justicia a través del trauma, el deseo de reparación y la estética brillante.

Violation (2020)
Dirigida por Madeleine Sims-Fewer y Dusty Mancinelli
Venganza desde la incomodidad, con un lenguaje visual íntimo y violento. Reflexión sobre el consentimiento y la culpa.

The Nightingale (2018)
Dirigida por Jennifer Kent
Ambientada en la colonización de Australia, aborda la violencia sexual y el racismo con una narrativa feroz.

M.F.A. (2017)
Dirigida por Natalia Leite
Una estudiante de arte busca justicia luego de una agresión. La estética acompaña su transformación de víctima a vengadora.

Revenge (2017)
Dirigida por Coralie Fargeat
Una historia sangrienta, hiperviolenta y visualmente potente. La venganza toma forma corporal.

The Love Witch (2016)
Dirigida por Anna Biller
Hechizos, desamor y deseo. Una bruja moderna busca el amor, pero termina enfrentando el machismo con pociones y estética technicolor.

A Girl Walks Home Alone at Night (2014)
Dirigida por Ana Lily Amirpour
Una vampireza iraní impone su ley en un pueblo decadente. Western, horror y justicia con patineta.

Baise Moi (2000)
Dirigida por Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi
Un clásico radical del cine francés, controversial y crudo. Sexo y violencia como forma de subversión.

Fotograma de The Love Witch (2016), escrita, dirigida y diseñada por Anna Biller.

Cuando la rabia se vuelve cine

Aunque muchas veces se repite que “la violencia genera más violencia”, estas películas proponen otra lectura: la rabia digna como forma de denuncia, como impulso hacia la justicia y como recurso estético para sanar. En un mundo donde el sistema judicial nos ha fallado tantas veces, estas historias nos recuerdan que no estamos solas, que tenemos voz, mirada y herramientas para narrar nuestras propias venganzas —aunque sea desde la pantalla

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