Cada 9 de agosto, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas nos invita a detenernos y reflexionar sobre las raíces que sostienen la vida en comunidad. Más que una fecha conmemorativa, es un recordatorio urgente de la importancia de reconocer a los pueblos originarios como guardianes de lenguas, territorios y saberes milenarios que, en pleno siglo XXI, enfrentan el despojo, la violencia y el olvido.
La cosmovisión maya, la resistencia mapuche, la memoria nahua, las danzas yaquis o los cantos inuit no son solo expresiones culturales: son sistemas de conocimiento, tecnologías de memoria y formas de vida que han desafiado siglos de colonización y el avance del capitalismo global. Proteger estas herencias no es un ejercicio de nostalgia, sino una acción esencial para garantizar la sostenibilidad del planeta y la riqueza de su diversidad cultural.

La moda como espejo: entre la visibilización y la explotación
En este contexto de reconocimiento, la moda emerge como un terreno ambiguo, capaz de tender puentes hacia la valoración cultural o de convertirse en un vehículo de apropiación. Un caso reciente que ilustra esta dualidad es la polémica desatada por el diseñador mexicano-estadounidense Willy Chavarría y su colaboración con Adidas Originals para crear el “Oaxaca Slip-On”. Este calzado híbrido, que fusiona una suela deportiva con tejidos artesanales inspirados en los huaraches, fue presentado el 4 de agosto en el Museo de Arte de Puerto Rico. Con un discurso que celebraba la herencia cultural y la dignidad de las comunidades latinas y queer, Chavarría buscó posicionar su diseño como un homenaje.
Sin embargo, la recepción no fue tan positiva, autoridades del estado de Oaxaca, junto con artesanos y activistas indígenas, alzaron la voz para denunciar que el uso del nombre “Oaxaca” y la incorporación de elementos tradicionales en el diseño se realizaron sin el consentimiento de las comunidades que han creado y preservado estas tradiciones. La Secretaría de Cultura de México y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas han exigido a Adidas y al diseñador un proceso de restitución, que podría incluir desde la retirada del modelo del mercado hasta un diálogo directo con los artesanos afectados para garantizar una reparación justa.

Apropiación cultural: un debate que trasciende la moda
La controversia del “Oaxaca Slip-On” reaviva un debate recurrente: la apropiación cultural. Este fenómeno no es nuevo, pero casos como este evidencian cómo grandes marcas y diseñadores capitalizan elementos culturales sin considerar su significado profundo ni las comunidades que los originaron. Para los pueblos indígenas, los huaraches no son un simple accesorio de temporada: son el resultado de técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación, un testimonio de la relación simbiótica con el territorio y un símbolo de identidad colectiva.
El problema no radica en que un diseñador se inspire en estas tradiciones o busque difundirlas, sino en la falta de un marco ético que priorice la colaboración equitativa, el reconocimiento explícito a las comunidades y el reparto justo de los beneficios generados. Cuando la estética se divorcia de la ética, lo que se presenta como un homenaje termina convirtiéndose en una forma de extractivismo cultural, perpetuando dinámicas de desigualdad.
Un día para escuchar y actuar
El Día Internacional de los Pueblos Indígenas no solo nos invita a celebrar la riqueza cultural de estas comunidades, sino a cuestionar nuestras prácticas y responsabilidades. En un mundo donde los pueblos originarios aún luchan contra la marginación y el borrado cultural, cada acto de representación debe ir acompañado de respeto, reparación y compromiso. Este 9 de agosto, es crucial reflexionar sobre preguntas fundamentales:
- ¿Quién tiene derecho a utilizar símbolos y saberes colectivos? Los elementos culturales no son bienes de libre acceso; son patrimonios vivos que pertenecen a comunidades específicas.
- ¿Cómo garantizar que la visibilidad no se convierta en explotación? La colaboración con artesanos y el reconocimiento de su autoría son pasos esenciales para una representación ética.
- ¿Qué significa “honrar” una cultura? Un verdadero homenaje implica beneficios tangibles para las comunidades, como el fortalecimiento de sus economías locales o la protección de sus derechos.

Hacia un futuro de respeto y reparación
Proteger el legado de los pueblos indígenas requiere pasar del discurso a la acción. Esto implica revitalizar lenguas en peligro de extinción, garantizar la soberanía sobre sus territorios, respetar sus derechos colectivos y abrir espacios para que sus voces sean protagonistas. Casos como el del “Oaxaca Slip-On” nos recuerdan que la moda, como cualquier industria, debe asumir su responsabilidad en la construcción de un mundo más justo.
En este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebremos no solo la belleza de estas culturas, sino también su resiliencia y sabiduría. Escuchemos sus historias, aprendamos de sus luchas y trabajemos juntos para que el reconocimiento no sea solo un gesto, sino un compromiso con la justicia y la equidad.


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